El proceso que se genera tras una ruptura da lugar a un malestar emocional muy intenso y a un proceso de duelo en el que el acompañamiento psicológico puede ser de mucha utilidad.
Tal y como comentábamos en el apartado de DUELO, es importante tener en cuenta que una ruptura es un proceso temporal, donde inicialmente la intensidad emocional será elevada pero a medida que pasa el tiempo, esta intensidad se modula, permitiendo trabajar la aceptación y asimilación de la nueva realidad.
A través de un recorrido por las circunstancias que han llevado a la ruptura y lo que ha implicado para la persona, generando herramientas que ayuden a comprender qué ha supuesto y nuevos horizontes tras ella.