La terapia familiar sistémica considera que el individuo nunca es un ser aislado sino familiar, por lo que los cambios que experimenta un miembro de la familia afectan e influyen a los demás. Esto genera un espacio donde continuamente los miembros de la familia interactúan y se influyen entre sí. Lo que le ocurre a un miembro de la familia, repercute en el sistema.
Será fundamental trabajar, no solo con el/la paciente principal si no también introducir al resto de miembros que conformen el sistema familiar y que por tanto son agentes influyentes en la problemática de la persona que acude a nuestra consulta.
Es fundamental trabajar con herramientas como la comunicación y la narrativa