Aquellos comportamientos disruptivos y conflictos que observamos en infantes y adolescentes. Generan conflictos, discusiones, situaciones de tensión y suelen tener consecuencias importantes en el otro.
Explorar cual es la base del problema, desde cuando aparecen, con qué frecuencia y cuál es el motivo que lo suscita. Es importante identificar la dificultad o impacto emocional que pueda haber de base en estas situaciones. Desde ahí planteamos la regulación emocional y modificación de la conducta.
Principalmente con herramientas como la comunicación, los límites y consecuencias y la regulación emocional. Es fundamental no ejercer más violencia ni agresividad.