Cuando hablamos de ansiedad tiene sentido que nombremos tanto al miedo como a la percepción de amenaza. Ocurre cuando nos hacemos planteamientos sobre el futuro que no podemos contestar en el presente, llevándonos a una situación de incertidumbre.
Es importante poder identificar que mis pensamientos se están posicionando y planteando acciones e hipótesis relacionadas con un tiempo que actualmente no existe, el futuro. Desde este punto pararemos la rueda, trabajaremos sobre la importancia de esos planteamientos (valores) y reconduciremos a escenarios que sí sean controlables. Diferenciar nuestra realidad, presente del deseo y la hipótesis, futuro.
Al igual que veíamos con la depresión trabajaremos desde un enfoque integrador, poniendo a la persona y sus casuísticas personales siempre en el centro, siendo todo ello el motor fundamental del cambio. Se aplicarán herramientas y recursos adaptadas a sus necesidades personales.